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Estas unidades deben comenzar a operar en 2012, según dispuso el Ministerio de Salud Pública
La presidenta de la Sociedad de Medicina Familiar,doctora Aideé Cuas, aseguró ayer que debido a un conflicto de intereses en el país se juega con la inteligencia emocional de las personas en relación a lo que es la atención primaria y la capacidad de los médicos generales en el sistema de atención primaria.
La doctora Cuas explicó que el médico general es la puerta de entrada al sistema familiar y que está perfectamente capacitado para decidir cuándo se debe referir los pacientes a un especialista.
“Hay una gran incongruencia cuando se dice que nos vamos a quedar con todos los pacientes y no vamos a referir, pero eso no es cierto. Uno conoce sus límites y sabe cuándo tiene que referir. Lo que hay es mucha falta de comunicación. Los especialistas no deben temer; nosotros sabemos dónde llegamos”, expresó.
Cuas explicó que estudios científicos revelan que de cada 1,000 personas sólo 750 presentan problemas de salud y que de esos 750, sólo 250 van al médico.
Explica que de esos 250 sólo nueve se enferman y, de esos nueve, sólo 1 se manda al nivel terciario por lo que ve que todos los médicos deben reflexionar y establecer el límite de cada quien.
Aclaró que en el primer nivel de atención no es sólo para el médico familiar y el médico general sino para todos los generalistas como cirujanos generales, profesionales de la salud a nivel general y la mayoría de las personas su problema de salud se resuelve en el primer nivel de atención.
“Es simplemente que cada quien haga lo que tiene que hacer, pero no pensando sólo en los beneficios económicos, sino en el bien de una población que ya está pasando demasiado porque enfermarse es un lujo en este país”, subrayó la experta durante un congreso de Medicina Familiar realizado en el CMD.
Contributivo
En relación al régimen subsidiado y contributivo, la doctora Cuas explica que si la propia ley habla de igualdad y equidad, no se puede clasificar al pobre y al rico de una manera diferente sino que las instituciones involucradas deben hacer el trabajo que les corresponde, porque al final, dijo, los médicos que van a trabajar en las clínicas son los mismos que van al Ministerio de Salud Pública y las Fuerzas Armadas.